Cuenta la tradición que la Virgen se apareció a un pastor y le pidió que se edificase en ese lugar un Santuario en su nombre. Allí mismo hizo brotar una fuente, quedando su huella marcada. El pastor le hizo saber el milagro al cura del pueblo, el cual decidió que se construiría el Santuario pero más cerca de Selaya. Comenzaron la construcción pero todas las noches los materiales eran trasladados al lugar de la aparición "por la misma Virgen guiando una carreta de bueyes y ayudada por dos ángeles". Al final el Santuario fue construido donde quería la Virgen y se convirtió en lugar de peregrinación.